La semana pasada hablamos de “Clientela, producto y servicio” en el cuarto taller del ciclo de Triple Balance, organizado por Sannas. Reflexionamos sobre la accesibilidad e inclusividad de los productos y sobre la importancia del tránsito hacia la sostenibilidad.
Con Raúl Contreras, de Nittúa, conocimos la importancia de integrar el valor social en los productos, acercándonos a ejemplos como la incorporación de la lectura fácil, compartir servicios como un vehículo, una vivienda o el intercambio en comunidad. Hablamos de símbolos para las personas daltónicas, de la inclusión del braille, de la incorporación de personas con discapacidad en las plantillas… de empresas que ponen por delante el valor social.
También nos detuvimos en la relevancia de medir el impacto ecológico de nuestros productos y/o servicios, en reciclar y dar valor, con ejemplos de upcycling.
Conocimos ejemplos de bioconstrucción como el de la Plataforma BIOCE, de arquitectura y movilidad sostenible, y también el de las comunidades energéticas.